Título : La grieta
Género: Terror, Ficción de aventuras
Número de páginas: 181
¿Qué harías si el universo decidiera fracturarse y abrir una grieta justo en la esquina de tu cuarto, dando paso a un mundo completamente diferente? Un lugar donde la oscuridad reina y criaturas como las alimañas son los habitantes de este gran universo paralelo. Solo tienes que cruzar esa grieta. ¿Te atreverías?
Abel, nuestro protagonista, está a punto de terminar la secundaria cuando descubre que esta grieta lo llevará a enfrentar sus mayores miedos. Lo que comienza como una aventura en un mundo desconocido, pronto se convierte en un viaje interior que lo obliga a madurar, a afrontar sus inseguridades y a crecer como persona.
"Eso de olvidar o no saber lo que uno ha creado en su propio mundo es demasiado horrible."
A través de la historia de Abel, el autor nos muestra que la grieta no solo existe en su mundo. Todos cargamos con nuestras propias grietas, y es nuestra decisión si queremos adentrarnos en ellas para enfrentarnos a lo que nos asusta o seguir evitando nuestros miedos. En este viaje, Abel descubre que la clave para superar sus temores está en aceptar sus errores y aprender de ellos.
Cada cabeza es un mundo, y cada mundo tiene sus propias alimañas. Las alimañas representan nuestros miedos, frustraciones e inseguridades, y se vuelven más fuertes cuanto más poder les damos. Este es uno de los puntos que más disfruté de la lectura: la manera en que el autor juega con las metáforas para enseñarnos que debemos cuidar nuestro jardín mental. Las alimañas estarán ahí, pero depende de nosotros no permitir que dominen nuestro espacio.
"No sé por qué el mundo se rompió justo en mi habitación, pero lo que sí sé es que ese espacio al interior del hueco es mío. Tengo que hacerme cargo de él, aprovecharlo de la mejor manera. Destruí mucho, pero no acabé con todo. Tuve tiempo de corregir, y ahora ahí está el espacio, vacío, listo para ser creado y recreado."
Esta frase resume perfectamente uno de los grandes mensajes del libro: siempre tenemos la capacidad de reconstruir lo que se ha roto. El control sobre nuestras emociones y pensamientos está en nuestras manos, y depende de nosotros cultivar nuestro propio jardín mental con esmero, enfrentando nuestros temores sin dejar que nos consuman.
"Consideré que no era capaz de vencer todos mis miedos de golpe, así que asumí la parte infantil de mi edad."
Es un libro dirigido principalmente a jóvenes, con una lectura ligera y entretenida, pero también profunda en su mensaje. El autor nos invita a reflexionar sobre cómo enfrentamos nuestros miedos y las decisiones que tomamos al hacerlo. Abel nos enseña que, aunque no podemos vencer todos nuestros temores de inmediato, podemos comenzar poco a poco, asumiendo quiénes somos en el proceso.
Quedé completamente satisfecha con esta lectura. Cada uno de nosotros tiene una grieta, y dentro de ella habitan nuestras propias alimañas. ¿Te atreves a cruzarla?.